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Métricas y kpi`s para fidelización de clientes

Métricas y kpi`s para fidelización de clientes

Todos conocemos la Ley de Pareto que dice algo así como que el 80% de tus ingresos los genera el 20% de tus clientes. Ese 20% de clientes es sobre los que deberíamos realizar el mayor esfuerzo comercial y de marketing, ya que son quienes nos aportan la mayor parte del negocio. Sin embargo, hay que tener en cuenta otras muchas métricas que estratégicamente son fundamentales para poder realizar una gestión óptima del programa de fidelización de cualquier compañía. ¿Quieres saber cuáles? Aquí te las muestro.

Según un último estudio realizado por la consultora Accenture, el 52% de los consumidores españoles gasta más en marcas a las que son fieles, recomendando a familiares o amigos esa marca en un 55%. Estas cifras nos refuerzan la idea que tenemos todos respecto a la importancia que tiene saber gestionar y medir un plan de fidelización.

A estos datos, si le añadimos que por norma general, un cliente satisfecho transmite dicha información a su entorno al menos a tres personas, mientras que uno insatisfecho lo hace a al menos nueve, así como que captar un nuevo cliente en el entorno digital se ha convertido en una lucha mucho más compleja, siendo hasta cuatro veces más caro, ¿verdad que sientes que es necesario disponer de una estrategia de fidelización de clientes?

Dentro de esa estrategia, es necesario que previamente definas cuáles son los kpi`s que te permitan medir el éxito de tu plan de fidelización. En este post vamos a centrarnos en este aspecto: métricas y kpi`s más útiles para medir si tu plan de fidelización está siendo un éxito o no.

 

Principales kpi`s de fidelización de clientes que debes calcular y analizar

Métricas plan fidelización

Los indicadores que debes de tener en cuenta a la hora de analizar el grado de fidelización de tus clientes son estos:

  1. CPS (Customer Profiability Score) o Ratio de Rentabilidad por Cliente.

Este indicador sirve para medir la rentabilidad de un cliente en un período concreto. De esta manera podemos conocer la cantidad de dinero que genera a la compañía y cuánto nos cuesta satisfacer sus necesidades.

Este indicador es especialmente interesante para poder establecer rankings de clientes en función de su rentabilidad a la compañía.

Se mide de la siguiente manera:

CPS = Ingresos totales cliente – Gastos totales cliente / Gastos totales cliente

 

  1. LTV (Life Time Value)

Esta métrica te ayuda a conocer la rentabilidad del cliente a lo largo del tiempo. Su fórmula es muy sencilla.

LTV = Valor venta media x recurrencia (mes o anual) x vida media del cliente

Pongamos un ejemplo. Imaginemos que estamos calculando el LTV de un cliente que tiene contratado el teléfono y los servicios de Internet. Si suele pagar una media de 83 € al mes y la vida media es de 4 años, la fórmula quedaría de esta manera:

LTV = 83 € x 12 meses x 4 años = 3.984 €

El conocer este valor nos ayuda a determinar posibles descuentos, regalos de cuotas, etc, que podamos realizar a nuestros clientes con el fin de mantenerlos. Este ratio es importante también porque nos permite compararlo con el CAC o coste de adquisición de un cliente. En esta comparativa, el CAC debe ser menor que el LTV, para que nos cueste menos adquirirlo que lo que luego vamos a obtener de él.

 

  1. Tasa de retención y tasa de deserción.

La primera nos permite saber el porcentaje de clientes que repiten con nosotros año tras año. El resultado nos sirve para poder plantearnos objetivos para años siguientes en nuestro plan de fidelización. Para poder calcular esta tasa, es necesario conocer antes la tasa de deserción, es decir el número de clientes que nos abandonan cada año, por cada 100. Conociendo la tasa de deserción, y en el hipotético caso de no adquirir nuevos clientes, podemos saber cuánto tiempo nos durarán los clientes a ese ritmo de abandono.

Para calcular la tasa de retención, simplemente tendríamos que restar 100 menos la tasa de deserción.

Como ejemplo, si tenemos una tasa de deserción de un 30%, significará que nuestra tasa de retención es de un 70%, así de fácil.

 

  1. NPS (Net Promoter Score)

Esta kpi es ideal para medir la lealtad de un cliente, pudiendo prever su comportamiento cuando se realiza una acción determinada. Para poder medirlo necesitas realizar una encuesta a tus clientes. Pero no te alarmes, es bastante sencillo. Lo único que tienes que hacer es preguntar a tus clientes si recomendarían tu empresa a algún amigo o familiar. Deben puntuar del 0 al 10.

Una vez tengas los resultados, tienes que dividirlos en 3 grupos:

  • Promotores para aquellos que hayan respondido 9 y 10. Estos son clientes a los que podemos considerar como leales a la marca, siendo seguramente embajadores y prescriptores potenciales.
  • Pasivos para los que hayan respondido 7 y 8. Estos podemos considerarlos como clientes satisfechos, pero que no han llegado a un nivel de entusiasmo tal que podamos considerarlos como posibles prescriptores de la marca. Estos tienen probabilidades de que en algún momento lleguen a ser infieles y se vayan con tu competencia.
  • Detractores para el resto de puntuaciones. En general son clientes insatisfechos y por tanto un peligro real para la empresa, ya que pueden dañar tu imagen, por ejemplo, a través de las redes sociales, y perjudicar así la reputación online de la marca.

Ya sólo te queda calcular el NPS. Para ello sólo tienes que restar al porcentaje de Promotores, el porcentaje de Detractores. Te debería de salir una cifra entre el (-100) y el 100. Si el resultado es un número positivo, puedes considerar el nivel de lealtad o fidelidad como bueno. Si es negativo, tienes un problema con el grado de lealtad de tus clientes y un punto en el que trabajar en tu estrategia de fidelización.

 

  1. Tasa de conversión

Esta métrica es básica para poder conocer cuáles de los clientes potenciales se han convertido finalmente en clientes. Gracias a la información que te de esta métrica, serás capaz de identificar qué es lo que buscan tus usuarios y qué funciona en tu recorrido hacia el objetivo final.

La tasa de conversión la obtienes dividiendo los objetivos que has conseguido entre el total de las interacciones que has hecho los usuarios.

 

  1. Tasa de cancelación de clientes

Esta métrica va dirigida sobre todo al entorno online, y cuál es el grado de fidelización de tus usuarios con tu marca a través de la web de la empresa.

Este indicador muestra aquellos clientes que han dejado de tener una actividad habitual en nuestra web. Con esto podrás conocer el abandono de los clientes y los motivos. Para ello, determina un periodo de tiempo específico, saca el total de clientes que no han realizado ninguna actividad u operación durante ese tiempo, y divídelo entre el total de usuarios.

 

  1. Índice de satisfacción del cliente

Es fundamental llegar a conocer cuál es el grado de satisfacción del cliente con la marca, con el fin de poder ir realizando variaciones en nuestra estrategia de fidelización. Para conocer este dato, es necesario hacer una pequeña encuesta tras cualquier operación realizada con nuestra marca. En esta encuesta lo que hacemos es ponderar las respuestas a distintas preguntas sobre satisfacción general con el producto o la marca. Existe un score estándar que va de 0 a 100 y las posibles respuestas son: Nada satisfecho, poco satisfecho, satisfecho, muy satisfecho o sin respuesta.

Este índice no sólo te permitirá conocer el nivel de satisfacción de tus clientes, sino que además te permitirá compararlo con el índice general de satisfacción del mercado, en aquellos informes que salgan al respecto.

Estas son las principales métricas, sin embargo hay otras muchas que te permiten tener una idea precisa de aquello que necesites medir en función de tus objetivos y necesidades. En Artyco llevamos más de 22 años creando estrategias y planes de fidelización, en los que las métricas y los kpi`s han sido fundamentales para ir mejorando y conseguir esa satisfacción en nuestros clientes que tanto busca cualquier empresa. ¿Quieres que te echemos una mano con esto? Ponte en contacto con nosotros, seguro que podemos hacer muchas cosas juntos.

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Qué es una estrategia customer centric

Qué es una estrategia customer centric

Tanto si estás familiarizado con este término, como si no, seguro que sabes que una estrategia customer centric es poner en el centro de todo al cliente, pero ¿a qué clientes?, ¿a todos? La diferencia radica en que no todos los clientes tienen siempre la razón, sólo algunos la tienen: los mejores. Sin embargo, no hay que dejar de lado al resto. Una estrategia customer centric es más de lo que puedas pensar. Si quieres saber más sobre ello, sigue leyendo.

La verdad es que este término no es para nada novedoso. En 1967, una de esas personas que podemos considerar como “un avanzado a su tiempo”, supo entender en pleno auge de la publicidad, que debía registrar el comportamiento de sus clientes a lo largo del tiempo. ¿Con qué fin? Con el de poder comunicarse con ellos en función de ello. Esa persona seguro que te suena, era Lester Wunderman, fundador de la archiconocida multinacional del Marketing, Wunderman. Desarrollando esta idea, Lester Wunderman creó el Marketing Directo y relacional, lo que hoy podemos denominar como el inicio del marketing centrado en el cliente.

A lo largo de los años, el mercado ha evolucionado, la competitividad ha crecido y la tecnología ha hecho que todo se sacuda. Ahora disponemos de mejores y más fáciles formas de obtener información de nuestros clientes, así como medios para automatizar procesos. Esta evolución ha hecho que en los últimos años se haya creado un “Renacimiento” del “customer centric”.

 

Cómo hacer customer centric

customer centric

Si realmente quieres aplicar el customer centric a tu negocio, lo primero que debes hacer es olvidarte de algunas viejas ideas sobre la relación con los clientes, y organizar la empresa, así como las métricas de medición y el desarrollo de nuevos productos, a esta nueva forma de atender a tus clientes.

Es fundamental que entiendas desde el principio, que no todos los clientes son iguales. Para ello, es necesario que dividas y clasifiques a tus clientes en función de determinados parámetros, los cuales te hagan ver sobre qué clientes debes realizar mayores esfuerzos comerciales. Esto no quiere decir que dejes de lado al resto de clientes, simplemente es invertir más en los mejores con el objetivo de obtener una mayor rentabilidad a largo plazo.

Entonces, ¿qué hacemos con los clientes menos buenos? Como he comentado, los clientes menos valiosos no deben ser ignorados. Estos son fundamentales para mantener el circulante de una empresa, desarrollando una estrategia acorde y personalizada para ellos. De hecho, cuanto mejores y más valiosos clientes tengamos, más clientes “menos buenos” necesitaremos tener.

Por tanto, como vemos, lo primero que hay que hacer en una estrategia customer centric, es reconocer y clasificar a tus clientes. Si quieres saber más sobre cómo clasificar a tus clientes, te dejo el enlace de un post que escribí hace un par de meses sobre ello, titulado Cómo clasificar y segmentar a tus clientes.

El siguiente paso sería comenzar a desarrollar tu estrategia y tus acciones de adquisición, conservación y desarrollo necesarias para conseguir el máximo rendimiento de tus clientes. Para ello, necesitas disponer de un CRM lo más ajustado a las necesidades de tu empresa y tu negocio, el cual te permita sacarle el máximo rendimiento a la información que tienes de tus clientes. Piensa que este es uno de los mayores activos de tu empresa, y valor competitivo diferencial respecto al resto de las marcas de tu sector. Empresas del sector turismo y hotelero llevan muchos años aprovechándose de ello, obteniendo importantes resultados. Amazon se creó bajo esta premisa, y empresas del sector lujo tienen en cuenta todo esto para elaborar sus estrategias lo más personalizadas posible. ¿Estás dispuesto a dejar de utilizarlo en favor de tu marca?

La principal dificultad de implantar una verdadera estrategia Customer centric, está en la exigencia de difundir a todos los niveles de la empresa, la idea de no vender los productos o servicios de la empresa, sino en centrarse en satisfacer con ellos, las necesidades concretas de cada tipo de cliente. El fin último es que la empresa deje de preocuparse por producir, y se centre en crear una experiencia completa y única de cliente.

Si quieres empezar te propongo estos puntos:

1. Acepta que no todos tus clientes son iguales. Ni todos tienen el mismo valor, ni todos necesitan lo mismo. Para ello es fundamental que sepas escucharles.

2. Da valor a cada uno de tus clientes, y planifica tus esfuerzos comerciales y de marketing en función a ello.

3. Utiliza un buen sistema CRM que te ayude a guardar y centralizar todos los datos, te permita establecer kpi`s para identificar el sentimiento de tus clientes, y te posibilite obtener información valiosa de esa base de datos.

4. Cuantifica cuánto te vale y cuánto te cuesta la adquisición de cada nuevo cliente. Así será más sencillo priorizar tus esfuerzos y medir los resultados.

5. Personaliza, personaliza y vuelve a personalizar. Haz que tus clientes se sientan realmente importantes al verse reflejadas sus necesidades, inquietudes y deseos, en cada comunicación que tengas con ellos.

6. Mantén una comunicación permanente con tu cliente y consigue comprometerlo con tu empresa. Que sepa que te importa, además de hacerle sentir que le escuchas. A los más fieles, por ejemplo, mándales ofertas especiales. A los que menos te compran, envíales una encuesta de satisfacción con un incentivo especial. O simplemente comparte con ellos contenido que les interesa y acorde con sus intereses.

7. Trabaja en ofrecer a tus clientes la mejor experiencia de usuario posible.

8. Utiliza un servicio de atención al cliente con clara orientación al cliente, no sólo en atender clientes. ¿Quieres saber qué factores son esenciales para elegir un buen Contact Center? En este post sobre Cómo seleccionar un Contact Center. En busca de la excelencia telefónica te lo muestro.

 

Como conclusión, podríamos decir que una estrategia customer centric es mucho más que proporcionar un servicio al cliente excelente, tal y como muchas empresas aún piensan. Se trata de conseguir estar centrados en el cliente y desarrollar una estrategia que se alinee con los productos y servicios de la compañía, y con los deseos y necesidades de sus clientes más valiosos, con el objetivo de obtener más beneficios a largo plazo.

¿Quieres que te ayudemos a definir una estrategia basada en el cliente? En Artyco llevamos desde 1995 ayudando a nuestros clientes a conocer mejor a sus clientes, desarrollando para ellos estrategias personalizadas. ¿Quieres que te ayudemos? Contacta con nosotros.

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Cómo fortalecer la relación con los clientes de forma inteligente

Cómo fortalecer la relación con los clientes de forma inteligente

Qué perfecto sería poder conocer tanto a nuestros clientes, como el tendero del barrio conoce nuestros gustos, tras años y años de compras. ¿Qué mejor manera de fidelizar a las personas que creando estos fuertes lazos de unión? Sin embargo, cuando nos dirigimos a un número mayor de personas, perdemos ese feedback de relación entre clientes y comerciantes, que caracteriza a los pequeños comercios. No obstante, no estamos tan lejos de tratar de conseguir estos resultados. La manera más inteligente de obtener todo este sabio conocimiento es mediante el análisis de los hábitos del consumidor, saber con qué frecuencia compran, qué compran, etc.

Ya no se basa en segmentar a los clientes, sino en personalizarlos, identificando cuándo tienen una necesidad, pero no sólo eso, lo más importante es determinar bien con qué producto, canal y mensaje debemos impactarle. Por ejemplo, si estudiamos los posibles periodos de renovación de un vehículo, podemos saber qué individuos son susceptibles de compra. Sin embargo, no sirve de nada tener una necesidad, si no se sabe llegar adecuadamente al consumidor.

Imaginemos que sabemos a qué personas nos tenemos que comunicar, pero, decidimos comunicarnos de manera uniforme a todos ellos, sin estudiar qué canales nos acercan más a ellos. Por ejemplo, por email. Quizá el señor García, que está pensando en renovar su vehículo, no utiliza el correo electrónico. Es posible que nuestra competencia tenga esto en cuenta, y sepa que el señor García está disponible únicamente al medio día, porque tiene su descanso laboral. Nuestro competidor acaba satisfaciendo la necesidad del cliente y haciendo que deje de formar parte “de los nuestros”.

¿Y si pudiéramos invertir esta situación y adelantarnos a nuestros competidores?, pero ¿cómo se puede hacer esto? Muy simple, sabiendo, por ejemplo, que nuestro cliente no lee los emails, pero sí responde al teléfono. Esto lo averiguamos con un estudio que analice las preferencias de canal de comunicación por cliente. Ya sabemos que su canal preferido de comunicación es la llamada telefónica. Cuando le llamemos por teléfono, si además le invitamos a asistir al concesionario más cercano, porque sabemos por nuestros análisis que ha entrado en su periodo de renovación de vehículo, le daremos un empuje más. ¿Y si justo en ese momento hay una feria del automóvil? Podemos invitarle a dicha feria y que nos visite allí. Pero todavía podemos ir más lejos. El señor García asiste a la feria y allí le ofrecemos un servicio de wifi gratuito logándose a nuestra red. Él podrá usar su Smartphone, y nosotros podremos saber, gracias a herramientas de Marketing wifi, que el señor García es hombre, vive en Barcelona y le interesa la tecnología y el deporte (gracias a sus perfiles sociales) y además, y esto es aún mejor, podemos saber que ha estado mucho tiempo cerca de uno de nuestros preciosos vehículos rojo pasión que tenemos expuesto en la feria. En ese preciso instante podremos impactarle con información relevante sobre ese mismo vehículo que ha estado mirando más de la cuenta, e influir así en su decisión final de compra.

Este es sólo uno de los ejemplos que se pueden hacer para fortalecer nuestra relación con los clientes.

Relación empresa con cliente

Un ejemplo interesante es lo que hace el gigante Amazon con sus recomendaciones personalizadas para cada cliente. Lógicamente los resultados que aparecen no son por pura suerte, existen algoritmos que consiguen obtener los gustos de los consumidores, y además, buscar productos relacionados o complementarios. De esta manera incentivan el crosselling, e incluso a veces, el upselling.

Dentro de todo este mundo que parece adivinar nuestro próximo paso, se encuentra una cantidad masiva de datos, la cual, se necesita almacenar y procesar. Esta parte es lo que se conoce como Big Data. Una vez procesada toda la información, gracias a los nuevos algoritmos de Machine Learning y Deep Learning, los científicos de datos, o data scientist, nos encargamos de obtener conocimiento de toda esa cantidad de datos, para poder tomar decisiones, cada vez más acertadas.

El siguiente paso, y en lo que estamos trabajando, es en modelos predictivos que nos ayuden, ya no sólo a conocer los deseos y necesidades de los clientes, si no a adelantarnos a ellos. Parece ciencia ficción, pero ¿no lo parecía hace décadas, poder tener acceso a millones de sitios con información de todo tipo, desde tu propia casa?

¿Quieres predecir tus ventas?

Te ayudamos a conocer el comportamiento de tus clientes, a fidelizarlos y a predecir sus compras maximizando tus resultados.

Mapa de empatía en Marketing orientado al cliente

Mapa de empatía en Marketing orientado al cliente

¿Qué es el mapa de empatía?

Una sencilla herramienta perfilador de cliente que ayuda a diseñar un modelo de negocio con los ojos del cliente. Fue desarrollada por XPLANE, compañía de pensamiento visual, y actualmente es muy utilizada en los entornos de innovación, y un complemento necesario del Business Model Canvas.

Con el mapa de empatía nos hacemos y respondemos a las siguientes preguntas, en relación con el cliente:

  • ¿Qué ve?
  • ¿Qué oye?
  • ¿Qué piensa y siente en realidad?
  • ¿Qué dice y hace?
  • ¿Qué esfuerzos hace?
  • ¿Qué resultados obtiene?

 

Mapa-de-empatia

¿Para qué se utiliza?

Es fundamental a la hora de elaborar cualquier propuesta de valor, eligiendo los canales de contacto y maximizando las relaciones con nuestros clientes.

Podemos utilizarlo para modelos B2B o B2C. A veces no hay tanta diferencia. En B2B el interlocutor también es una persona física, con sus necesidades, conocimientos y miedos. La compañía a la que representa obliga a que la compra sea más meditada, por lo que se requiere un mayor esfuerzo en la parte racional, pero siempre habrá un componente emocional importante. Hay casos en que el mapa de empatía se puede hacer para cada uno de nuestros potenciales clientes y adaptar la oferta a sus necesidades.

Para nosotros, es básico a la hora de definir una estrategia de CRM y Marketing Digital. Necesitamos saber cómo será y cómo se comportará nuestro usuario digital.

Debo conocer la visión del cliente para diseñar mi campaña. Ahora tendemos a campañas explosivas, cortas en duración debido a que el entorno es muy cambiante. Si no son así, debemos tener la capacidad de modificar sobre la marcha, debemos ser flexibles. Observar la experiencia del usuario es vital para afinar y ganar en competitividad.

Nos ayudará mucho a diseñar el Customer Journey Map (CJM), y viceversa. Podría ser interesante volver al mapa de empatía una vez terminemos en CJM, porque lo podríamos enriquecer, al tener más información de los distintos puntos de contacto o interacciones. El Mapa de experiencia de cliente es una herramienta muy práctica para identificar y entender los procesos de contacto con el cliente y medir las emociones en cada fase. Por eso podríamos decir que el mapa de empatía profundiza más en el ¿por qué? y ¿para qué?, y el Mapa de experiencia en el ¿qué? y ¿cuánto?

En una estrategia de “Customer Centric Marketing” es clave realizar una fotografía de nuestro cliente: sus deseos, miedos y su comportamiento. Pero nuestro objetivo va más allá, trataremos de buscar y generar deseos nuevos en nuestros clientes, para ampliar nuestra gama de productos y servicios y aumentar el “engagement”. Para eso hace falta un proceso creativo (ideación) sin pensar en el pasado, ni mirar a nuestro alrededor, con el objetivo de crear valor y aumentar nuestras ventas.

¿Cómo puedo crear un buen mapa de empatía?

Para diseñar un completo mapa de empatía deberíamos:

  • Elegir el segmento que vamos a estudiar. Es posible que tengamos muchos segmentos de clientes distintos, por eso debemos separar el estudio para cada uno de ellos, empezando lógicamente por el que más nos interesa. Si tenemos clusters de nuestros clientes, podríamos calcular el Customer Lifetime Value (CLV) para cada grupo y empezar con el de mayor valor.
  • Brainstorming interno, donde participen pocas personas con un mínimo conocimiento del negocio de estudio. Es bastante útil y rápido, pero no debe darse más valor que al resto de fuentes de conocimiento, aunque la tendencia muchas veces sea ésta.
  • Entrevistas a los que atienden a los clientes (vendedores, dependientes, teleoperadores…). Actores fundamentales en la elaboración de un mapa de empatía. Grandes conocedores del cliente final ya que ellos mismos deben ser empáticos para conseguir unas mayores ventas o un alto nivel de satisfacción. Parte del trabajo ya está hecho.
  • Y por supuesto, escuchar. A través de Social Listening, podemos saber mucho más de la comunidad que nos compra o nos compraría. Monitorizar las conversaciones que realmente nos van a aportar valor para diseñar el mapa de empatía, no es tarea fácil. Para ello debemos utilizar herramientas adecuadas y sacarle el máximo jugo a la información.

Vamos a crear un mapa de empatía para el entorno digital

Manos a la obra! Una vez realizadas las fases previas, vamos a empezar.

Aunque un mapa de empatía se puede hacer individualmente, es recomendable que sea elaborado en grupo, para ello debéis buscar una sala con pizarra y dibujar el mapa. A continuación, repartid los post-it y que uno de vosotros recuerde el perfil seleccionado y la información recogida en la fase previa.

Comenzamos con las preguntas. Nos centramos en una de las partes del mapa, por ejemplo:

  • ¿Qué ve? Qué ve el cliente en su entorno. Si estamos hablando de una estrategia web, nos centraremos en lo que ve cuando navega y busca en internet. ¿A qué ofertas está expuesto? ¿Qué impactos recibe? ¿Qué ve cuando entra en un portal especializado?…
  • ¿Qué oye? ¿Qué dicen sus colegas? ¿Qué canales mutimedia utiliza para escuchar? ¿Quiénes son sus influenciadores? ¿Hace caso a recomendaciones?
  • ¿Qué piensa y siente en realidad? Es de lo más complicado y aquí tendréis puntos de vista distintos. ¿Qué es lo que le parece más importante al cliente? ¿Qué le puede mover a ponerse en contacto con nosotros o a comprar a través de internet? ¿Qué considera inaceptable?…
  • ¿Qué dice y hace? ¿Cómo se comporta en la red? ¿Qué canales utiliza para contactar? ¿Es pasivo o participa de foros, recomendaciones, likes..? ¿Qué podría contar de nuestra empresa, producto o servicio, a los demás a través de la red? …
  • ¿Qué esfuerzos hace? ¿Cuáles son sus mayores frustraciones? Cuidado aquí con la compra on-line, con páginas no responsive o con el uso de apps. ¿Qué obstáculos se interponen entre el cliente y sus deseos? ¿Qué riesgos teme asumir cuando compra o contrata por internet? …
  • ¿Qué resultados obtiene el cliente? ¿Qué necesita conseguir? En muchas ocasiones después de una compra on-line, sólo hay una confirmación “simple”. El cliente puede necesitar algo entre la compra y el disfrute. ¿Qué baremos utiliza para medir su éxito? ¿Cómo podemos conseguir que el cliente tenga buenos resultados? …

 

En Artyco podemos ayudaros a aplicarlo en vuestro modelo de negocio, y acompañaros en el diseño y la ejecución de la mejor estrategia digital. Si quieres ampliar información, ponte en contacto con nosotros.

 

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