La oportunidad de las pymes
Ya tenemos en nuestras manos (o en nuestra pantalla), el estudio Census que publica anualmente Páginas Amarillas sobre la digitalización de las pymes. Las perspectivas son buenas, y la transformación digital viene de la mano de las pequeñas empresas, de los autónomos y de los emprendedores, siendo éstos últimos los más digitales.
Los actuales emprendedores son optimistas, tecnológicos, confían en la publicidad y se adaptan con más facilidad a los cambios actuales.
El estudio Census se lleva publicando cinco años de la mano de Páginas Amarillas y de la consultora GFK, y mide la digitalización de las pymes españolas. Es un magnífico termómetro, basado en un minucioso estudio del sector empresarial español, acerca de cómo estamos ante los retos de la digitalización, las herramientas de las que disponemos, su uso, y además, al ser páginas Amarillas en centro o contacto entre todas ellas, conocer de primera mano el termómetro por sectores, por provincias, por actividades…
Al ver el estudio, comprobamos que la mayoría de las pymes tienen redes sociales, web corporativa, hacen pequeñas inversiones en comunicación digital, van aprendiendo sobre ello y arriesgan cada vez más. Casi todas apuestan por probar en redes, paginasamarillas.es y publicidad SEM.
Ahora bien, la pregunta es, si hacer lo que hace todo el mundo me posiciona, cuál es el valor que yo puedo dar al cliente, si mostrar mi catálogo o que opinen sobre mí y ser responsive es diferencial o no. O quizás estemos viviendo o dando los mismos pasos que en el retail tradicional, al que llegan grandes minoristas y me fagocitan, y en el online, al que llegan grandes market places y me fagocitan.
¿Hacemos páginas web, aplicaciones y redes sociales porque hay que hacerlas o para dar un valor añadido al cliente? Muchas veces pecamos de conductismo y sólo nos planteamos lo que hace la masa, sin tener en cuenta lo que nos identifica como empresa, delante de nuestro cliente o la diferenciación que podemos tener en digital, que lo mismo no va por una web sino por un posicionamiento específico, onmicanal y centrado en el usuario. Nos han acostumbrado al customer centric sin pensar que antes de customer es user, y habrá que tratarle como tal (el usuario en el centro), conociéndole y mimándole.
Si hacemos lo que hace todo el mundo, seremos el mundo, y eso es inabarcable…