Normalmente todas las empresas tienen grabado a fuego la siguiente frase: “Los clientes son lo primero”, otras un poco más avanzadas, han evolucionado dicho mantra a este otro: “Los clientes son lo primero. Pero los empleados primero. Ya que, si atiendes bien a tus empleados, ellos atenderán muy bien a tus clientes”.

Sin embargo, esto no es del todo acertado. Si lo piensas bien, los clientes no son sólo clientes, son personas que tienen un objetivo el cual quieren alcanzar a través de una colaboración contigo, confiando en las personas que hay en tu empresa para lograrlo.

Sin embargo, la vida no es tan fácil, no tenemos un empleado y un cliente… tenemos “clientes” que son personas con objetivos, cada uno muy diferente al del otro, y “empleados” que buscan una realización personal y/o profesional de distinta forma y maneras, luchando cada uno por conseguir su propio objetivo.

Y aquí es donde empieza el reto, y la única manera de solventarlo con éxito es siendo humano, empático y muy observador, de tal manera que podamos entender y colaborar en la consecución de cada uno de esos objetivos individuales, tanto de clientes como de empleados.

Para lograrlo con solvencia, es necesario que cualquier compañía haga un ejercicio. Nunca imponer, siempre entender… a cada uno, porque todos son igual de importantes y piezas clave. Porque el verdadero éxito se compone, siempre, del esfuerzo de personas felices.

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Después de la situación que hemos vivido durante los últimos meses nos encontramos con algunos cambios que implican adaptarse a un nuevo entorno de trabajo. ¿Cómo hemos afrontado esta nueva situación? ¿Qué cambios supondrá en la gestión de personas? Estas son las principales preguntas que nos hemos hecho en artyco y que nos haremos en el nuevo entorno de trabajo que nos espera.

Uno de los mayores aprendizajes que hemos tenido, es lo importante que resulta mantener a todo el equipo informado para generar confianza en momentos de incertidumbre.

En un contexto como el que hemos vivido, la incerteza ha sido el sentimiento más común durante las primeras semanas. El no saber qué pasaría y cómo afectaría al entorno de trabajo ha hecho que una gran mayoría sintiera que la incertidumbre estaba muy presente en su día a día. De ahí la importancia de informar de manera transparente en todo momento y conseguir que todo el equipo conociera la situación real.

Otro importante aprendizaje, ha estado relacionado con el teletrabajo. SI bien hay mucha gente que prefiere seguir teletrabajando desde sus casas, ante la situación actual, otras están deseando volver a su puesto de trabajo, volver a relacionarse con sus compañeros y adquirir una rutina más variada que la que practica desde su casa. Este conocimiento, nos lleva a que desde artyco, hemos aprendido a preguntar a las personas del equipo. Qué desea cada equipo, cómo se siente más seguro, cómo puede aportar más y mejor a la compañía.

Y es que este hecho es fundamental, ya que, si hay algo realmente claro, es que la adaptación al cambio será crucial para no dejar escapar oportunidades y salir adelante, y sólo se puede conseguir preguntando y adaptando cada circunstancia a cada persona.

Precisamente con estas preguntas, en artyco nos hemos dado cuenta de un hecho que ya se veía antes, y nos ha llevado al tercer aprendizaje: y es que la conciliación profesional y personal es lo que más preocupa en la situación actual, en la que es muy frecuente compaginar la vida personal con el trabajo, y en algunos casos trabajando desde casa, se convierte en todo un reto. Pero no hay que olvidar otros aspectos fundamentales como generar confianza y poner especial atención en el bienestar del equipo.

Durante estos meses se ha ido engranando una maquinaria perfecta en la que se combinaba información, consulta y conciliación a través de teletrabajo, logrando que la mayoría de las personas que integran la empresa, se sintieran seguras, cómodas y en condiciones de dar el máximo en su trabajo diario.

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