MVP (Minimum Viable Product) o producto mínimo viable, es un término que fue acuñado en el año 2001 por Frank Robinson, quien nunca esperó que ese término se convirtiera en lo que es hoy día para cualquier empresa de desarrollo de aplicaciones, o incluso, para cualquier compañía que lance un producto o servicio al mercado. En este post, te voy a contar qué es exactamente un producto mínimo viable, y sobre todo, cómo llegar a construirlo. Vamos a por ello.
¿Cuál es la base de cualquier producto mínimo viable (MVP)? Pues aunque no lo creas, el conocimiento y la comprensión de lo que necesitan los clientes. Sabiendo esto, estarás preparado para lograr ese producto más simple que la empresa está dispuesta a llevar al mercado, el cual además, te proporcionará información sobre las reacciones y comentarios de los clientes, ayudándote a mejorar el producto final que finalmente se acabe asentando en el mercado.
Resumiendo, podríamos decir que un MVP es esa versión que recopila la máxima cantidad de análisis de las necesidades de tus clientes, para brindar un servicio eficaz con el mínimo esfuerzo. Y por tanto, “es la estrategia de marketing en la que se lanza al mercado un nuevo producto con una funcionalidad mínima, pero adecuado para atraer el interés de los compradores».
Pero, ¿cuál puede ser el propósito de crear un producto mínimo viable y no directamente el definitivo? Muy sencillo. Generalmente suele ser por algunas de estas causas:
Querer entrar en el mercado con un presupuesto muy limitado.
Para encontrar la audiencia adecuada.
Para crear un equilibrio entre las ofertas de la empresa y las necesidades de los clientes.
Para minimizar errores.
Para recopilar comentarios de máxima calidad.
Ahora que ya sabemos qué es un mínimo producto viable, así como cuáles son las principales causas por las que son utilizados, vamos a ver de qué manera podemos construirlo, en siete pasos. Vamos a verlo.
Como se suele decir, cada maestrillo tiene su librillo. Lo cierto, es que hay muchas maneras y pasos diferentes para construir un MVP. Esa metodología la crearás en función de tu experiencia, tu sector, tu producto o servicio, tu equipo… Sin embargo, por alguna hay que empezar, y esta que te voy a contar puede ayudarte mucho. Si ya estás trabajando con MVP, quizás esta forma que te voy a contar pueda aportarte ideas y ayudarte a mejorar tu proceso. Seguro que sí.
En artyco, dividimos todo el proceso en 7 claros pasos. Son estos:
Hace tiempo se lanzó una encuesta para valorar el porqué del fracaso de muchas startups, y por lo visto, de 101 que se analizaron, el 42% fracasaron debido a que no realizaron un estudio previo de cuáles eran las verdaderas necesidades del mercado.
Por tanto, el primer punto está claro. Lo primero que se debe de hacer es analizar muy bien qué está demandando el mercado y el consumidor, si la idea que tiene tu empresa resuelve una verdadera necesidad, y si aporta algo a la sociedad. Sólo de este modo, se aceptará con éxito en el mercado y se conseguirán los objetivos económicos que nos planteemos.
En este proceso, es fundamental crear una propuesta de valor convincente, relacionada con esa necesidad detectada.
A continuación, debes analizar no sólo las necesidades del cliente, sino también qué están haciendo los competidores en el mercado. Y si las necesidades son a corto o a largo plazo. Si es a largo plazo, ¿cuáles son los criterios de éxito? Esto ayudará a tomar decisiones sobre qué tipo de producto se necesita para prosperar.
Si buscas solucionar un problema de una persona con tu producto o servicio, lo lógico es que desarrolles de una manera clara tu idea. Para ello:
Algunas de las preguntas más frecuentes y que no deben de faltar, son:
Respondiendo a estas preguntas, sin darte cuenta, te facilitará llegar a tener una mejor idea de cómo crear ese MVP ágil que deseas.
Una vez que tengas una idea clara del producto viable de tu negocio, es el momento de seleccionar el enfoque que deseas llevar a cabo para el concepto del producto mínimo viable. Existen varios enfoques, aquí te presento 4 enfoques muy interesantes:
Sin Producto MVP.
Este enfoque se utiliza para validar una idea y obtener comentarios sin disponer del producto real. Se puede implementar de dos maneras:
Visualización de ideas.
Vende antes de construir.
Product Mockup MVP.
Este es otro enfoque que te puede ayudar a ofrecer una parte de las características de tu producto potencial, mediante maquetas. Para crear maquetas de nuevos productos, hay dos formas correctas de poder hacerlo. Son estas:
Técnica Conserje.
Técnica Mago de Oz.
MVP de función única.
Este se basa en encontrar cuál es la funcionalidad de tu propuesta que satisface por sí misma el mayor porcentaje de la necesidad de tu cliente potencial. Una vez la identificas, te centras sobre ella, recoges información y vas escalando.
MLP.
Este se puede entender como una evolución del MVP. El ‘Minimun Lovable Product’, puede definirse como la versión de un nuevo producto que recibe la máxima cantidad de amor de sus primeros usuarios con el mínimo esfuerzo.
Para poder llegar al MLP necesitamos tener una propuesta de valor bien definida, entender a nuestros usuarios potenciales y conocer cuáles son sus necesidades. Y resolver al menos una de manera brillante. Si conseguimos eso, tendrás un cliente enamorado. Habrás entrado en su cabeza (su top of mind) y te buscará para que le soluciones el resto.
En esta fase, debe de tenerse en cuenta, tanto la usabilidad, cómo lo práctico que es llegar a la compra final. Es necesario que definas bien el flujo de usuarios, desde su entrada, hasta su registro o compra.
Enumera cuáles son las principales funcionalidades o características y destaca sobre todas las demás, la que consideras que puede tener un mayor interés en el mercado, para colocarla en el escenario central de tu MVP.
Recuerda que esta no es una oferta terminada, pero debe de satisfacer plenamente las demandas de los consumidores. Así que hazlo lo más simple, atractivo y amigable que puedas para el cliente, pero que le aporte lo que busca.
Este no es un proceso de una sola vez, sino algo en lo que debes de trabajar constantemente para seguir mejorando según vayas escalando tu producto. Gracias a esta medición desde el primer día, podrás lograr ese producto o servicio que sea todo un éxito entre los consumidores.
Como has podido ver, crear un producto mínimo viable ágil (MVP) tiene más que ver con el análisis y la estrategia que con el desarrollo. Esto es algo que muy pocas compañías entienden, llegando al fracaso más absoluto. Para tener éxito, necesitas definir las características centrales del desarrollo del MVP y conocer bien a tu público. ¿Te ayudamos?
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