Seguro que has oído hablar de él desde hace un tiempo. A primera vista, puede parecer que es una nueva palabra más dentro del diccionario del marketing, para nombrar algo que en definitiva ya existía desde siempre. Quizás te preguntes cuál es la diferencia entre el público objetivo o target clásico, y este buyer persona. O directamente, no sepas ni a qué se refiere este término. Si quieres saberlo todo sobre qué es y cómo construirlo, sigue leyendo, te va a interesar.
En el Marketing tradicional siempre se ha definido el público objetivo en base a unos parámetros de segmentación, como edad, clase social o ubicación geográfica. Sin embargo, estos datos no son suficientes. Es por ello que cuando se creó la metodología de Inbound Marketing, se creó con ella el buyer persona o la definición de una manera más detallada de esa persona, introduciendo elementos como qué le motiva, cuáles son sus miedos, de qué manera consume información, cuál es su ritmo de vida, etc.
Por tanto, un buyer persona lo podemos definir como la representación ficticia, pero basada en datos reales, de nuestro consumidor potencial ideal o incluso del consumidor actual que consideramos como el más rentable para la empresa. Este se construye en base a datos de carácter demográficos, de comportamiento, motivacionales… y lo representamos con rostro, nombre y situación personal (inventada), con el fin de poder empatizar con él y entenderlo de una manera más fácil.
Para crearlo debes de hacer previamente un estudio basado en la recopilación de datos, a través de diferentes fuentes, y así conseguir definir ese cliente ideal para tu empresa. A continuación te cuento todo lo que debes hacer para conseguir definir tu buyer persona.
Es un trabajo que te llevará un tiempo, pero no dudes que te va a ayudar enormemente a conocer mucho mejor a ese cliente ideal, y poder ponerte en su lugar a la hora de tener que tomar la decisión de comprar tu producto o decantarse por tus servicios. Sigue estos pasos.
Este momento es quizás el más importante, ya que en función de cuál sea tu sistema de recogida de datos, así como qué información recoges, determinará el éxito y la exactitud en la definición de tu buyer persona futuro.
Para ello saca toda la información que te sea posible de tu base de datos. Si dispones de CRM, haz un análisis de segmentos de tus clientes, para determinar que variables son las que los segmentan. De todos los segmentos, determina cuál de ellos te interesan más, es decir, cuáles cumplen con el ideal de cliente para tu negocio.
Pregunta a tu equipo de ventas. En definitiva, ellos son los que mejor conocen a estos, ya que están en contacto directo con ellos. Pregúntales cómo son, qué barreras suelen encontrar, de qué manera se expresan, cómo suelen llegar hasta tu empresa…
Selecciona de tu base de datos una muestra de clientes. Estos tienen que ser los clientes que más adoras. Aquellos que, si te preguntaran, ¿como qué clientes actuales, te gustaría que fueran todos tus clientes? Una vez tengas definida la muestra, llámales, explícales para qué te pones en contacto con ellos, y pregúntales.
Realiza una investigación de mercado para conocer cuáles son los hábitos de consumo, comercio electrónico, uso de las redes sociales, dispositivos más utilizados, etc, que nos permitan conocer mejor a estas personas.
Por último, enciérrate en una habitación en la que te sientas cómodo y ponte a imaginar. Seguro que por tu experiencia puedes identificar información válida para poder completar este perfil. No toda la información tiene que estar basada en datos, también es interesante sentarse a pensar y sacar conclusiones que pueden ser igual de válidas para este caso concreto.
Ya has recogido información sobre tu público objetivo. Ahora es el momento de organizarla, eliminar aquella que es irrelevante, y sacar todos los insights que puedas. Debes saber responder a diferentes preguntas divididas en diferentes grupos, como estas:
Para resolver muchas de estas cuestiones, te recomiendo utilizar la metodología del Mapa de Empatía, a través del cual podrás identificar qué oye, qué ve, qué piensa y siente, qué dice y hace, qué esfuerzos hace y qué resultados obtiene.
Ya tienes mucha información, sólo te queda organizarla de cara a poder plasmarla en un documento visual que te ayude a utilizarla en el futuro, ya sea para la creación de customer journey maps, para la creación de contenido en tu estrategia de inbound marketing o para identificar palancas de acción dirigidas a tu buyer persona.
Es en este momento cuando tienes que plasmar en una card, esa persona ficticia basada en los datos recopilados y la información de cómo debe de ser tu cliente ideal. Para ello, lo primero que debes de hacer es ponerle un nombre y una cara. Aquí te dejo un ejemplo de cómo quedaría ese diseño final de buyer persona. Ten en cuenta que los campos e información variará en función del sector o producto.
Aquí tienes tu buyer persona. No olvides que puede ser que tu negocio necesite de varios buyer personas. De hecho, esto suele ser bastante común. No tengas miedo a seleccionar tres o cuatro y dirigir diferentes objetivos y acciones para cada uno de ellos.
En Artyco definimos buyer personas para nuestros clientes, sobre todo para la fase previa a la definición del customer journey maps, donde es terriblemente eficaz. ¿Quieres que te ayudemos a definir tus buyer personas? Entonces contacta con nosotros, tenemos muchas cosas que contarte.
Te ayudamos a definir tus buyer personas y te proponemos oportunidades y acciones de marketing que te permitan convertir tu negocio en una empresa con verdadero sentido customer centric.